María Cegarra

El 7 de mayo de 1928 María Cegarra Salcedo se convirtió en la primera mujer a recibir el título de perita química en España. Lo hizo en la escuela Industrial de Alcoy, antecesora del actual campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València.

Su madre, Filomena Salcedo Apolinario, era maestra y su padre, Ginés Cegarra Bernal, comerciante. La primera persona dedicada a la literatura en su entorno familiar fue su hermano Andrés (1894-1928), a quien María dedicó su primer poemario, Cristales míos (1935), al perderlo después de una larga enfermedad. Su último libro de poesía, Poemas para un silencio (1995), estuvo dedicado a su hermana Pepita, a la cual sobrevivió poco tiempo.

Nacida en La Unión (Murcia), una comarca muy vinculada a la minería, Andrés la animó a estudiar química. A su hermano le parecía una buena manera de ganarse la vida, estudiante y analizando minerales. Aunque al principio no le gustaba demasiado la idea, María se fue enamorando despacio de esta disciplina y, de hecho, mucha de su poesía está inspirada y salpicada de conceptos de química.

Su diploma de perita química le permitió abrir un laboratorio de análisis mineralógico, alternando su trabajo con la actividad docente en la escuela de peritos Industriales y Maestría de Cartagena, y otros centros de formación profesional y bachillerato.

Compartió amistad con escritores y políticos de su época. Aunque de ideologías opuestas, fue una gran amiga del poeta Miguel Hernández (1910-1942), con el cual intercambió cartas durante un largo periodo de tiempo.

Sus análisis químicos, su docencia y su poesía estuvieron ligados en su tierra, en la cual siempre residió.

Fuente: Dones amb ciència